La Sociedad de la Información emerge de la implantación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la cotidianidad de las relaciones sociales, culturales y económicas, eliminando las barreras del espacio y del tiempo.
Sobre la Sociedad de la Información existen dos tipos de teorías. Aquellas en las que se habla de transformaciones radicales en las relaciones sociales y en la producción de bienes y servicios por la aparición y uso de tecnología; y aquellas que consideran que las tecnologías complementan las relaciones sociales existentes. El término Sociedad de la Información no corresponde a un concepto único y universalmente admitido, existen diferentes definiciones, pero el elemento común en todas ellas es que se reconoce la importancia de la información y de las nuevas tecnologías. Las TIC permiten el acceso y la difusión de la información y esto define el nuevo contexto económico y social.
En las sociedades industriales el trabajo fue determinante para la generación de valor, ahora la información toma protagonismo, pero no la información como cualquier dato o noticia, sino la posibilidad de obtenerlos, trasmitirlos y gestionarlos masivamente y de modo casi instantáneo. El salto más importante es precisamente esa posibilidad de manipular la información a gran velocidad y en grandes cantidades, rápidamente se pueden realizar cambios sustanciales en la actividad económica, no solo en los procesos productivos, sino también en la circulación de bienes y de capitales.
Hoy en día estamos sumergidos en un devenir continuo, aunque esto no es nada nuevo, ya el filósofo Heráclito decía que “toda cosa está sujeta al tiempo y a la transformación”. La diferencia está en que en la actualidad ese cambio se produce a una velocidad a veces casi asfixiante. El concepto del espacio también parece haberse modificado, se habla del fenómeno de la modificación de las coordenadas espacio-tiempo. Las distancias y los tiempos en la interacción humana se han comprimido. Y está claro que este nuevo entorno nos ofrece muchas oportunidades y muy diversas, pero también, como indican los más críticos, hay amenazas para las que debemos estar preparados, especialmente cuando se aspira a un “éxito” cada vez más desmesurado y cada vez con más impaciencia. La modificación de las coordenadas espacio-tiempo abaratan los costes y afecta a fenómenos de reestructuración económica como la deslocalización de las empresas en en países del Tercer Mundo, donde encuentran materia prima y mano de obra barata, y la globalización.
Los jóvenes de hoy vivimos en un mundo muy diferente al que vivieron nuestras generaciones anteriores. Los que son incluso más jóvenes no reconocen un mundo sin móviles, sin ordenadores y sin Internet, es crucial estar siempre conectados. Esto, inevitablemente, ha cambiado nuestra manera de ver el mundo y la manera en la que nos movemos en él.
by L.R.