Decenas de miles de personas se manifestaron el viernes en la ciudad australiana de Melbourne para exigir una acción contra el cambio climático a dos días de la apertura de la conferencia COP21 de París. En la manifestación destacó la pancarta que lucía un niño con el lema «¡dejen de armar lío con mi futuro!» (Stop messing with my future!). También se han producido marchas este fin de semana en varias ciudades de Asia, Europa, África y América.
Manifestantes llaman a la acción sobre el cambio climático en Melbourne el pasado viernes 26N
La principal manifestación iba a celebrarse hoy en París, cerca de donde se produjeron los atentados del 13 de noviembre. Finalmente, ha sido anulada al estar vigente el Estado de Emergencia, que prohíbe este tipo de concentraciones masivas por razones de seguridad.
Mañana comienza la esperada cita climática COP21. Un encuentro en el que Estados Unidos y Francia ya han demostrado tener posiciones contrapuestas con respecto al alcance de un posible acuerdo.
Se reunirán los mandatarios, jefes de Estado y representantes de 195 países, el punto de conflicto central está siendo ya si los acuerdos surgidos allí sobre la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) serán vinculantes o no.
El secretario de estado de Estados Unidos, John Kerry, declaró el pasado 12 de noviembre al Financial Times que este acuerdo que busca limitar las emisiones de GEI, potencialmente catastróficas para el planeta, «seguramente no será un tratado vinculante”.
La posición oficial estadounidense desencadenó la respuesta inmediata de Francia. «El acuerdo será vinculante o no habrá acuerdo», replicó ese mismo día el presidente francés Francois Hollande, quien respaldó una anterior declaración de su canciller Laurent Fabius en rechazo a las declaraciones de Kerry. Fabius afirmó que la responsabilidad jurídica del acuerdo la tendrán los juristas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quienes a su juicio discutirán sobre si debe denominarse «tratado o un acuerdo internacional”.
Estados Unidos emite anualmente casi 6000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), el segundo mayor emisor detrás de China. Canadá se retiró antes de culminar el primer período de compromiso.
En 2009 se abrió en Copenhague una nueva posibilidad de alcanzar un acuerdo que tenía como meta limitar a 2 ºC el calentamiento global; la negociación fracasó. Pero situó a los países desarrollados a comprometerse con la reducción de emisiones de GEI.
En la pasada Cumbre de Lima (diciembre 2014) se habló de la necesidad de compromisos vinculantes de los países desarrollados, compromisos claros y concretos en la disminución sustancial de sus emisiones y asumir obligaciones de asistencia financiera y tecnológica a los países pobres para hacer frente a los peligros destructivos del cambio climático.
El último informe de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM) reveló que en 2014 la cantidad de GEI alcanzó una cifra récord de 397.7 partes por millón (ppm).
París representa un segundo intento de establecer un acuerdo climático para la reducción de emisiones de GEI como el CO2.
El cambio climático en Estados Unidos es un tema que siempre ha tenido la negativa del Congreso, mayormente republicano, ya que se considera contrario a los intereses económicos de ese país. Dos candidatos republicanos, Donald Trump y Marco Rubio, no creen que el cambio climático sea un fenómeno generado por la actividad humana. Para Holande «es necesario dar al acuerdo de París, si se llega a un acuerdo, un carácter vinculante, en el sentido de que los compromisos que se adopten deberán ser cumplidos y respetados».
El jefe de Estado francés ha abierto incluso la posibilidad de crear un «Consejo de Seguridad medioambiental», que se encargaría de verificar lo acordado en la COP21.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel espera que en la COP21 se puedan lograr acuerdos vinculantes entre las naciones presentes. «Debemos lograr ponernos de acuerdo sobre un mecanismo de verificación vinculante en derecho internacional para que este siglo pueda ser llamado de forma creíble el siglo de la descarbonización”, expresó Merkel el pasado miércoles.
Según la OMS el cambio climático causará anualmente unas 250.000 muertes adicionales entre 2030 y 2050; 38.000 por exposición de personas de la tercera edad al calor; 48.000 por diarrea; 60.000 por paludismo; y 95.000 por desnutrición infantil.
El Informe Planeta Vivo 2014, publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés), advierte sobre el impacto del cambio climático sobre especies como el panda, el oso polar, el orangután de Sumatra, la tortuga verde y el coral cuerno de alce. El análisis de la WWF revela que de 10.000 poblaciones de vertebrados – mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios – han disminuido un 52 por ciento entre 1970 y 2010.
30 de noviembre al 11 de diciembre en París
XXI Conferencia Internacional de la Organización de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21)